3 min read

Think different

«Las personas que están lo suficientemente locas para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que lo logran».

“Here’s to the crazy ones. The misfits. The rebels. The troublemakers.
The round pegs in the square holes. The ones who see things differently.
They’re not fond of rules, and they have no respect for the status quo.
You can quote them, disagree with them, glorify or vilify them.
About the only thing you can’t do is ignore them.
Because they change things. They push the human race forward.
And while some may see them as the crazy ones, we see genius.
Because the people who are crazy enough to think they can change the world,
are the ones who do.”

«Aquí están los locos. Los inadaptados. Los rebeldes. Los alborotadores.
Los que ven las cosas de manera diferente.
No les gustan las reglas y no tienen respeto por lo establecido.
Puedes citarlos, estar en desacuerdo con ellos, ensalzarlos o vilipendiarlos.
Pero lo único que no puedes hacer es ignorarlos.
Porque ellos cambian las cosas. Hacen avanzar a la humanidad.
Y mientras algunos los ven como locos, nosotros vemos genios.
Porque las personas que están lo suficientemente locas para pensar que pueden cambiar el mundo, son las que lo logran».


Este artículo podría acabarse aquí, así, con (solo) el famosísimo vídeo Think different, de Apple.

Y, como mensaje, sería más que suficiente.

Pero vamos a darle a la idea, un par de vueltas más...

Con otro estupendo vídeo... y una anécdota real (después del vídeo).


El vídeo


La anécdota

La anécdota es sobre un cuadrado blanco, en una base militar.

Hace ya muchos años, el protagonista de la anécdota (ninguno de nosotros, por cierto) estaba cumpliendo su servicio militar en su país (un país anglosajón), en una base militar.

Una mañana de otoño, dos o tres días antes de una jornada de puertas abiertas en la base, lo mandaron a una zona de la misma, a repintar, de blanco, los bordillos de las aceras.

En eso estaba cuando, inadvertidamente, le dio una patada al bote de pintura y derramó buena parte del mismo sobre la calzada.

Imposible borrar o limpiar el desaguisado...

Seguro de su arresto, nuestro protagonista se puso a pensar en una solución...

Y la encontró.

Utilizando el pensamiento lateral (pensando en una dirección distinta a la común, que sería —¿cómo limpio yo esto?).

Extendió la pintura blanca derramada, incluso añadiéndole más, hasta que pintó sobra la calzada un perfecto cuadrado blanco.

Y se fue de allí y (se supone) le revisaron la tarea y no lo arrestaron.


Casi 30 años después...

Nuestro protagonista fue de visita a su antigua base, en otra jornada de puertas abiertas.

Y paseando por la zona en la que 30 años antes estuvo pintando los bordillos y aquel perfecto cuadrado blanco, se lo encontró...

Su perfecto cuadrado blanco estaba, allí mismo, recién repintado, impoluto, como el día qué él lo pintó... casi 30 años antes...


No solo nadie había mandado quitarlo, sino que estaba perfectamente recién re-pintado...

Nadie, en 30 años, se había cuestionado la función del cuadrado blanco.

Estaba allí, sin duda, por algo... por alguna buena razón.

Y si estaba allí... es que debía estar...

Y allí seguía, repintado unos días antes, treinta años después, su perfecto (y perfectamente inútil) cuadrado blanco.


En fundraising, como en la vida, tendemos a buscar soluciones... en la dirección obvia (por ejemplo... si quiero donativos más altos, sugeriré cantidades para donar, más altas...); y a repetir y a hacer las cosas como se han hecho siempre, porque sí, porque así se han hecho siempre...

Al fin y al cabo...

¡Así se han hecho de toda la vida! Y no vas a venir tú (no voy a venir yo) ahora, más lista/o que nadie, a cambiar...


Si trabajas en/para una organización sin ánimo de lucro, está claro que ya piensas diferente.

Y si trabajas en el área de fundraising de esa organización, está doblemente claro, que ya, piensas diferente.

Pues si quieres hacer el mejor fundraising...

... está (igualmente) claro que, de vez en cuando, al menos, tienes que pararte un momento y decirte eso de...